En este caso, se trata del tema de las cantineras y las mujeres que acompañaban al ejército: vivanderas, prostitutas y lavanderas. Tan poco conocidas como imprescindibles, marchaban junto a los hombres a la guerra. Muchas terminaron casadas y aún con sucesivos maridos, buscando una estabilidad que nunca llegaba. La mayoría terminaban pobres y desdichadas. Se cuentan, no obstante, las hazañas de muchas de ellas, pues a veces empuñaban las armas cuando la vida les iba en ello, como la llamada "mujer blanca" que se vio peleando en la Noche Triste, a espada y rodela, durante la campaña de Cortés en México.
Cantinera
“Y ni siquiera mi cada vez más vigorosa
mocedad, ni los azares y peligros de Flandes, ni la presencia junto al ejército
de cantineras y busconas de la vida que acompañaban a los soldados, ni las propias
mujeres flamencas -para quienes, a fe mía, los españoles no siempre fuimos tan
enemigos ni temibles como para sus padres, hermanos y maridos-, bastábanme para
olvidar a Angélica de Alquézar..”
(Arturo Pérez Reverte, El sol de Breda)
La guerra no era solo cosa de soldados, ni siquiera de
hombres. Al final de la larga columna en una marcha iba lo que se llamaba “el
tren de bagajes”. Y en él, las mujeres. Había varios tipos de mujeres que
acompañaban al ejército. En primer lugar estaban las prostitutas, un mal
necesario para el mando, tanto que se acabó fijando el número y relación de
prostitutas por soldado, que varió varias veces (1 para cada compañía de 200
hombres, por ejemplo), aunque hubo ocasiones (frecuentes) en las que este
número fue mucho mayor. En segundo lugar estaban las cantineras, aquellas que
servían bebida a la tropa y aún cocinaban para ellos si tenían dinero para
pagarlo. Por último, estaban las lavanderas, que se encargaban de las prendas
de los soldados (no era oficio de hombres el lavar) y recibían por ello un
estipendio. Estas mujeres solían ser del propio país, aunque también había
españolas e italianas que marchaban junto a los hombres. Estos a veces
terminaban casándose con ellas, si recibían una dispensa del capitán de su
compañía.
Este arquetipo mezcla estos tres
tipos de mujeres, y posibilita el poder llevar a una mujer en una partida de
corte militar. Estas mujeres tienen las mismas restricciones para usar y
aprender a usar armas (página 75 del básico), aunque están más en contacto con ellas, y no es infrecuente
que, llegado el caso, las usen para salvar su propia vida. A veces se necesita
un toque femenino, y más considerando que, si una mujer es del país donde se
está en guerra, pueda resultar una excelente consejera y espía, si se precisa.
Habilidades: Charlatanería, Cultura local (zona de guerra), Curar,
Detectar mentiras, Fingir, Idioma (español o idioma local), Milicia, Seducción
y dos habilidades libres a escoger entre las comunes y de villanía.
Obligatorio:
desventaja de Villano (en el nivel que prefiera el jugador, si es del país
entonces “Extranjera” para los españoles).
Ventajas recomendadas: Aliado, Belleza, Carisma, Cobertura, Don de
lenguas, Elegante o Intuitivo.
Desventajas recomendadas: Cobardía, Edad (juventud), Inútil, Mala
reputación, Pobreza, Protegidos (bebé o niño) o Vulnerable al dolor.
¿donde sale la ventaja de cobertura?
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